esp. La ternura – afirmaciones
Les perdono completamente a todos y devuelvo libertad a todos aquellos que me han enseñado a vivir y actuar sin ternura. Me perdono completamente por haberme vuelto insensible una vez hacia mis seres queridos, mi familia e incluso hacia mí mismo/a. Les pido perdón a todos aquellos para los cuales la ternura no estaba disponible, a través de nuestro pensamiento y nuestras acciones. Permito que la ternura me abrace y me aporte a mí y a los demás una sonrisa, de manera consciente, segura e inocente. Me perdono por querer guardarme mi ternura para no compartirla con nadie más. Les perdono a todos los que sugerentemente presentaron mi escasa ternura hacia sí mismos y hacia los demás como algo precioso y valioso.
Me perdono completamente a mí mismo/a y a todos los que me hayan separado de la ternura, a todos los que aún no me han permitido experimentar la ternura. Me perdono completamente a mí mismo/a y a todos los que hayan hecho que la ternura se convierta para mí en un fenómeno sospechoso, poco claro, escondido de mí. Les perdono completamente a todos por los cuales mi propia alma no me mostraba ternura y evitaba dármela. Me perdono a mí por simular enfermedades, sufrimientos y preocupaciones para experimentar la ternura desde los demás. Me permito a mí y a los demás observar la ternura de forma consciente, segura e inocente. Les perdono completamente a todos los que falsifican la ternura, que confunden la ternura con sus falsificaciones, con un placebo. Les perdono completamente a todos aquellos por quienes recuerdo la ternura como un incidente que apareció una vez y desapareció muy rápidamente. También les perdono a todos y devuelvo libertad a todos los que trafican con ternura, falsa ternura, sustitutos de la ternura, sus tan solo pedacitos. Les perdono también a todos los que muestren ternura en dosis homeopáticas y a todos los que esperen quitarme mi propia ternura, bloquearla, venderla o destruirla. Me permito mirar siempre la ternura con calma, seguridad e inocencia. Me perdono completamente a mí mismo/a y a todos aquellos por quienes la ternura me ha sido desconocida y sigue siendo para mí una característica, un sentimiento sin aplicación práctica.
Perdono completamente a todos y libero a todos los que finjan ternura hacia mí, y a todos los que exijan pago en efectivo o mediante regalos materiales por la ternura que muestren. No tengo que tener miedo a la ternura, no tengo que protegerme de la ternura, no tengo que batallar contra la ternura, ni contra el amor, ni contra la alegría de existir, tampoco tengo que ser un luchador peleando contra la ternura dentro de mí y la ternura mostrada por los demás. Me perdono por el hecho que, debido a mis acciones, la ternura me ha llegado por un camino largo, accidentado y muy sinuoso. Me perdono completamente a mí mismo/a y a todos los que hayan convertido la ternura que muestro en experiencias dolorosas para mí, por las cuales nuestra ternura desaparecía en el abismo o regresaba a nosotros herida, ensuciada, inconsciente. Les perdono completamente a todos y devuelvo la libertad a todos aquellos que hayan hecho que la ternura no haya estado disponible para mí. Me permito a mí y a los demás observar la ternura de forma consciente, segura e inocente. Les perdono completamente a todos y les devuelvo la libertad a los que me hayan tentado alejándome de la ternura, del amor; que hayan cubierto la ternura y el amor con ellos mismos; que se hayan excusado falsamente con la ternura o hayan actuado igualmente falsamente en su nombre. Me permito invitar a la ternura hacia mí, acogerla para que quiera quedarse conmigo para siempre. Les perdono completamente a todos y devuelvo libertad a todos los que me hayan hecho creer que la ternura se asigna sólo a personas con ocupaciones o profesiones específicas, a rasgos de carácter específicos y belleza, a personas que quieren algo a cambio, a personas de un género, raza o color de piel específicos.
Les pido perdón a todos los que por mí hayan aprendido a vivir y actuar sin ternura y amor en el corazón. Les perdono completamente a todos y devuelvo libertad a todos los que hayan fingido ternura hacia mí mientras internamente ardían con diferentes actitudes, preparándome conscientemente el estrés, las riñas, las diversas aflicciones y el sufrimiento sin fin. Siempre dejo que la ternura misma me mire con confianza, seguridad e inocencia. Me perdono completamente a mí mismo/a y a todos aquellos cuya ternura y amor en mi familia y en mis relaciones con mi familia me hayan quemado y rechazado. Me perdono completamente a mí mismo/a y a todos aquellos que hayan hecho que mi ternura y amor en la relación conyugal, en la relación con los padres, con los hijos, con los parientes lejanos hayan tenido diversos sustitutos, deficiencias, obstrucciones o colores inadecuados. Les perdono completamente a todos los opositores que hayan hecho que mi acceso a la ternura haya sido limitado o completamente imposible.
Estoy abierto/a a experimentar de forma duradera, inocente y segura, a manifestar ternura y a realizar la ternura. Me permito a mí y a los demás dejar que la ternura sea un sentimiento y una experiencia duraderos, para que, además de la ternura, tanto yo comoy los demás siempre podamos manifestar todos los demás rasgos y sentimientos creativos, positivos y conscientes. Les perdono completamente a todos y devuelvo libertad a todos aquellos cuya ternura entendí como una expresión peligrosa escondida muy profundo, como un fenómeno peligroso que podía dañar de manera inesperada. He elegido la ternura, fortalecida por el amor, como elemento constante y sentimiento constante de mi existencia.
Por Dios, retiro todos mis consentimientos jamás otorgados, los que permiten que cualquiera falsifique la ternura dirigida hacia mí, mi consentimiento para reemplazar ternura con otras características negativas, experiencias, intenciones y expectativas dañinas. Me perdono completamente a mí mismo/a y a todos los que me hayan hecho insensible a mí y a mi vida, que me hayan hecho indiferente a las experiencias positivas y a las relaciones positivas, a la felicidad propia y ajena. Siempre gano aceptando la ternura, por eso siempre permito que Dios y todos los que me aman muestren siempre ternura, y me permito mostrar ternura hacia todos mis seres queridos, hacia Dios y hacia mi propia alma. Acepto la ternura y doy ternura a mis seres queridos con sus compañeros fieles: con la alegría de la existencia, con el amor de Dios, con el suministro de Dios de todo lo mejor, inocente y creativo.
Autor: Sławomir Majda
traducido por K.M.
Opublikowano: 22/02/2025
Autor: s_majda
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